lunes, 22 de marzo de 2010

"Es un tú en ti". La batalla continúa


Hablar de un tema tan controvertido como el aborto no es fácil pero, desde luego, no hacerlo es un gesto no sólo de cobardía sino de irresponsabilidad. En España el tema es grave, muy grave. Basta para percibir la gravedad del asunto considerar que en nuestro país sólo en 2008 se produjeron 115.812 abortos. Y lo que es más grave aun, el debate se ha desplazado hacia un polo individualista-materialista muy grave. Han dejado de tener de importancia los informes científicos acerca de la condición de ser humano o no del feto, ya no importa si el aborto se puede calificar como crimen o no. Ahora lo fundamental es el mal llamado “derecho a decidir”. En purismo se puede decir que se está despenalizando el asesinato en masa de seres indefensos so pretexto de defender los derechos sociales, en definitiva, el bienestar de hombres y mujeres, curiosamente con capacidad de voto bien sea de manera actual o potencial.

La demencia en este aspecto ha llevado a que niñas de 16 años puedan abortar sin permiso paterno mientras que no puede comprar alcohol legalmente. Se ha devaluado de tal manera la vida que lo único que importa es el bienestar. Aunque la comparación sea políticamente incorrecta, es la misma lógica que llevó a los nazis a asesinatos masivos de personas con deficiencias o de judíos bajo las premisas de su no-humanidad y del bienestar que ello produciría a la sociedad alemana (tanto eugenésico como racial). La diferencia radica, en esa retórica, en que el titular del supuesto bienestar que legitima el genocidio ha pasado de ser la “raza” a ser “el individuo”.

En este marco perverso, inconsciente y resucitador de lo peor del ser humano dos noticias para la esperanza se abren en el horizonte. En primer lugar, la capacidad del lobby abolicionista (del aborto) demócrata que ha conseguido que el “pro-choice” Obama, incomprensiblemente alabado por círculos católicos españoles, tenga que eliminar la financiación pública del aborto en su reforma sanitaria.

La segunda es la constatación de que en España el activismo anti-abortista sigue dando la batalla. En este plano, la labor de la Iglesia está siendo digna de elogio defendiendo, a costa de calumnias y ataques, el “derecho a la vida” frente al “derecho a elegir”. El último capítulo en esta batalla, cargada de dramatismo y “a vida o muerte” en el más radical de los sentidos, es la campaña “Es un tú en ti” que lanza la Conferencia Episcopal Española y que desde aquí no dudamos en apoyar con energía y la mayor de las violencias que la palabra permite.

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